31 mayo 2016

Azulejos de Nitrato de Chile



Cuando uno va adquiriendo una edad va dándose cuenta de las cosas que se van perdiendo por el simple hecho del paso del tiempo o la imparable evolución de la sociedad que valora poco su pasado. Es el caso de los míticos paneles cerámicos de Nitrato de Chile que en su época, como pasó con el toro de Osborne, se distribuyó por todos los rincones de España, y del mundo, pues no sólo era en España. En España se dio la circunstancia de que había una importante industria azulejera que pudo hacer realidad estos paneles sin ninguna dificultad.

Los azulejos se pusieron en España en los años 30, en plena vorágine azulejera, desarrollada con los regionalismos en los años 20 y 30. El diseño lo realizó Adolfo López Durán Lozano, cuando todavía era estudiante de arquitectura y diversas fábricas azulejeras lo distribuyeron, principalmente de la fábrica de Ramón Castelló, de Valencia.

La mayoría que yo conocía de pequeño han ido desapareciendo y tan sólo conozco un ejemplar en la comarca de Cartagena, y es el que he puesto en la fotografía, localizado en Fuente Álamo y del que me puso en la pista Pedro Esteban García, el actual presidente de la Liga Rural del Campo de Cartagena y fiel defensor del patrimonio rural de nuestra comarca.

Ahora toca buscar más ejemplares de estos magníficos paneles, seguro que quedan todavía algunos escondidos en cualquier rincón de nuestra Región. Os animo a buscarlos.

(C) JARM

29 mayo 2016

Un poco de relajación para acabar la semana



Empieza a notarse que se acerca el verano y empieza a apetecer con más ganas los paseos por el puerto a disfrutar de las magníficas vistas y de la brisa marina.

Para acabar la semana una foto nocturna del puerto de Cartagena para poder imaginarnos el olor a la brisa marina que a mí particularmente me encanta.

Que empecéis bien la semana

(c) JARM

25 mayo 2016

Forja modernista



El modernismo en determinados edificios asoma en muchos detalles, algunos poco apreciados como las vallas de cerramiento. La fotografía que traigo es de una de esas rejerías colocadas en una valla que apenas observamos porque el edificio principal le quita todo el protagonismo.

Se trata de un trabajo en forja de un diseño modernista sencillo, pero efectivo. Se pueden apreciar claramente los roblones o remaches de unión entre las piezas, pues la soldadura eléctrica todavía no estaba extendida, y muchos artesanos preferían seguir con el trabajo tradicional, el que conocían y controlaban. Al trabajo realizado en la fragua se le añadían luego las flores, que están realizadas en chapa prensada y que había casas que las distribuían por toda España a los maestros cerrajeros que sólo tenían que remacharlas al trabajo original.

Propongo que descubráis los seguidores dónde se encuentra esta valla, para que así todos empecemos a mirar con más detalle lo que tenemos alrededor. Se trata de una valla situada en Cartagena, y fue realizada en el año 1919, aunque el edificio principal fue realizado bastante antes.

(C) JARM

24 mayo 2016

Modernismo a través de la ventana



El modernismo que aparece en esta fotografía daría para una charla de varias horas. En una sola fotografía podemos ver la labor de los magníficos artesanos y artistas que teníamos en Cartagena a finales del siglo XIX. Se trata de una de las puertas balconera al patio interior del Palacio de Aguirre. 

Este magnífico ejemplo modernista de Cartagena fue realizado entre 1899 y 1901 por el rico empresario minero D. Camilo Aguirre y Alday, bilbaino que vino a Cartagena a trabajar en la minería en el año 1872 y que le fue bastante bien. El arquitecto del edificio fue el recién llegado a la ciudad Víctor Beltrí, que no dudó en darle el toque modernista que imprimía, de forma atrevida, a sus edificios.

En la fotografía podemos ver el magnífico trabajo de los vidrios decorados al ácido, con un detalle exquisito que no se aprecia en la fotografía y que obliga a acercarse mucho para poder apreciar la cantidad de detalles minúsculos y la minuciosidad con el que están hechos. Cuando ya has analizado el trabajo realizado en cada uno de los vidrios e imaginado el tiempo dedicado al diseño y a su realización te percatas que la carpintería, vista con la luz adecuada, dispone también de unos tallados modernistas de un gusto exquisito, dejando patente los elementos modernistas que ponían de moda importados de Bélgica y de Francia, el Coup de Fouet. Pero no el artesano no se queda en el tallado decorativo sino que además deforma las aristas de los bastidores para darle la forma sinuosa que confieren ese aspecto orgánico al conjunto.

Por último, se deja ver el magnífico trabajo de forja de la barandilla que da al patio, que se retuerce una y otra vez con vueltas y piruetas que parecen imposibles, sobre todo para que queden tan naturales como si de un elemento vivo fuera. 

Todo ello piezas de incalculable valor realizadas por los más expertos artesanos del momento y que requería de una especialización muy importante para ser capaces de estos trabajos y que a veces no valoramos lo suficiente.

(C) JARM

23 mayo 2016

Paneles de azulejos del Casino de Cartagena




El Casino de Cartagena es un conjunto patrimonial de gran interés. Como pasaba con este tipo de sociedades, las reformas se sucedían conforme la economía era favorable. Las reformas más importantes que se realizaron en el Casino las realizó Beltrí entre 1897 y 1908. Todo el edificio es una suma de partes de distintos estilos pero que conforman un conjunto homogéneo.

El panel cerámico que muestro en la fotografía es uno de esos elementos que suelen pasar algo desapercibidos por estar semioculto por la sillería del vestíbulo. Todo el zócalo del vestíbulo y los recercados de las vidrieras de la zona del patio disponen de estos azulejos de la casa Pickman de la Cartuja de Sevilla. Fueron colocados a finales del siglo XIX antes de las importantes reformas modernistas. La técnica utilizada para los azulejos es la de la cuerda seca y pintado a mano en los tonos azules característicos de este tipo de azulejería.

El zócalo se conserva completo y forma parte del inmenso patrimonio que atesora esta sociedad, desde mobiliario y lámparas hasta su magnífica biblioteca.

(C) JARM

17 mayo 2016

Beltrí en sus últimos años



Una de las cualidades de los arquitectos de finales del siglo XIX y principios del XX era su facilidad a la hora de adaptarse a las distintas tendencias que iba marcando la evolución de la arquitectura. Determinados arquitectos, como Víctor Beltrí y Roqueta, fueron siempre un paso por delante y se atrevían con las tendencias más actuales de inmediato. Esto hizo que, a diferencia de otros arquitectos que trabajaron en la Región de Murcia, Beltrí llegara a realizar ejemplos de arquitectura de las más diversas tendencias.

Este es el caso del edificio que muestro y que suele pasar totalmente desapercibido por estar en la calle del Duque, una calle con intenso tráfico y con aceras estrechas que no invitan a pararse a observar edificios. El edificio está enmarcado dentro del estilo que Beltrí imprimió a sus edificios a finales de los años 20 y principios de los 30, donde ya se había olvidado de la ligereza del modernismo y de nuevo creaba edificios de fachada "pesadas" donde primaba el mazico liso y los miradores de obra. La ornamentación se centraba principalmente en el uso de distintas texturas en la fachada y a lo sumo diversas incrustaciones puntuales en la fachada y, en este caso, con una balaustrada muy vegetal.

(C) JARM

11 mayo 2016

La importancia de los edificios modestos



A veces no valoramos lo que significan los edificios modestos en un entorno como el Casco Histórico de Cartagena donde asoman vestigios de grandes palacetes burgueses de la Cartagena decimonónica o posterior modernista. Quedamos asombrados de estos grandes edificios, conocemos quién participó en su construcción, y sabemos qué eran capaces de hacer con tal de demostrar el poder económico que ostentaban, y gracias ello tenemos el legado que tenemos. 

Pero hay un tipo de edificios, modestos, pero que se realizaron con una muy buena calidad, como es el caso del edificio que muestro. Los condicionantes que tenían de espacio, con solares de 4 o 5 metros de ancho (lo que daba para una crujía) no permitían grandes dispendios pero sin embargo otorgaban todo un catálogo de soluciones constructivas a cual más ingeniosa para conseguir dejar el local comercial libre. Evidentemente se trataba de viviendas sin ningún tipo de excesos pero, dentro de su modestia, sin escatimar en materiales y en una construcción sólida. Sólo hay que ver que un edificio de este tipo, como más de 120 años a su espalda, sigue perfectamente en estado de uso.

Por todo esto no hay que obviar que son parte de nuestro paisaje urbano y que, rehabilitados convenientemente como es el caso, son esenciales para mantener nuestro entorno patrimonial.

(C) JARM 

10 mayo 2016

Escaleras sinuosas



Una de las cosas que más me llama la atención de los edificios de finales del XIX y principios del XX son las escaleras. Piezas dignas de observar por muy sencillas que sean, como es el caso de esta fotografía. Se trata de un edificio modesto con una rejería, como véis, sencilla e incluso con peldañeado de piedra artificial, cuando casi todas son de mármol. Sin embargo aun siendo modesto la ejecución del edificio es muy robusta y los elementos que la componen están realizados con esmero, una cosa no quita la otra.

Me gusta observar la ejecución de las losas de la escalera, la gran mayoría realizadas con bóveda tabicada, hoy totalmente en desuso, pero que requería toda una especialización en su ejecución. Aún habiendo visto centenares, incluso en derribos (donde mejor se aprecia el sistema), siguen sorprendiéndome cómo eran capaces de adaptarse a cualquier forma y dimensiones de los huecos de escalera, y todo sin encofrados ni cimbras alguna.

Otra parte que observo mucho son las barandillas, que suelen ser continuas en toda su longitud desde la planta baja hasta el último piso, donde el artesano herrero debe poner toda su experiencia en lograr que no haya ningún enlace mal hecho y que no se note que está realizada a "trozos", y no digamos al carpintero ebanista que realiza el pasamanos que debe adaptarse perfectamente a la curva continua de toda la escalera. Son aspectos artesanales que se han perdido en el tiempo y que, visto desde la perspectiva actual, sorprenden ne su ejecución.

Por último, esta fotografía tiene algo de especial, y es porque plasma una de las pocas escaleras, de muchas que hubo, que mantienen el zócalo de azulejería tan habitual en nuestros edificios, sobre todo en los años 20 y 30 del siglo XX.

(C) JARM

03 mayo 2016

Zuloaga. Cerámica modernista en Cartagena



Hoy vamos a acercarnos con detalle a uno de los paneles cerámicos que cubren la fachada de la Estación de Ferrocarril de Cartagena, construida por la compañía MZA entre 1903 y 1908. El edificio fue diseñado por el ingeniero Ramón Peironcelly aunque diversos autores apuntan a que pudo intervenir Víctor Beltrí en su diseño, debido al carácter modernista que se le imprimió al cuerpo central de la fachada.

Lo que sí que está verificado es la realización de la cerámica de la fachada por el importante ceramista y pintor Daniel Zuloaga,. Este reconocido ceramista fue el encargado de recuperar al Real Fábrica de la Moncloa. Trabajó para toda España, principalemente en la zona centro de la península, pues tuvo sus talleres entre Madrid y Segovia. En "La Segoviana" estuvo hasta 1906 con los hermanos Vargas. Como curiosidad, el artista, en 1906 cuando se separó de los hermanos Vargas se fue a San Sebastián a montar el taller y estuvo allí tan sólo 2 años hasta que volvió a Segovia a montar el taller definitivo. Del taller de San Sebastián hay muy poca producción por el poco tiempo que estuvo, y una de las pocas que realizó en esa época fue la de la estación de Cartagena, parte de la cual podemos ver en la fotografía.

Este curiosidad hace que la cerámica de Cartagena tenga un interés especial por haberse realizado en unos talleres donde apenas se hizo cerámica aplicada a la arquitectura. No había trabajado antes ni volvió a trabajar Zuloaga en Cartagena, siendo los ceramistas valencianos los que se llevarían el grueso de la obra cerámica del modernismo en Cartagena.

(C) JARM