17 febrero 2016

Pintores-doradores en el Modernismo


Uno de los oficios más demandados en el modernismo fue el de pintor-dorador. El arte del pintor-dorador era muy apreciado por la burguesía de la época y por suerte todavía podemos ver numerosos ejemplos en la arquitectura de Cartagena y de toda la Región de Murcia. Esto no es nuevo en el modernismo, pues ya venía heradado de otras épocas, sobre todo del eclecticismo, donde las decoraciones neobarrocas super-cargadas eran muy del gusto de la época y donde tenemos ejemplos en el Palacio Pedreño o Palacio del Marqués de Fuente Sol. Sin embargo en el modernismo se aprecia un refinamiento así como una búsqueda de esos elementos forales, del latiguillo.

El motivo que expongo se repite en varios edificios del casco histórico de Cartagena, lo que nos da la pista de que fue realizado por el mismo pintor, o al menos del mismo taller. El moldurado inferior se realizaba en un taller especializado mediante moldes, se colocaban y el pintor se encargaba de realizar el trabajo que observamos. En la gran mayoría de casos la moldura acaba pintada de blanco (u otro color) monocromático, y se pierde totalmente el gran trabajo realizado por el pintor. Y la peor parte se la suelen llevar la parte lisa de los techos, que cuando le dan la mano de pintura ya no se pueden ver cómo eran las pinturas originales. Por eso cada vez nos sorprende más ver este tipo de techos conservados, algo que empieza a revalorizar las propias viviendas.

(C) JARM

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